En un mes lleno de fe y compromiso, nos complace compartir una noticia que llena nuestros corazones de alegría y gratitud. Durante el mes de agosto del presente año, respondimos al llamado de nuestro Señor Jesucriosto de predicar Su palabra y extendimos nuestras manos en apoyo a la Iglesia Tabernáculo de David. Los resultados de esta colaboración son testimonio del poder de la fe y el amor de Cristo en acción.
Un Mes de Transformación Espiritual
Durante los domingos 13, 20 y 27 de agosto, nuestra comunidad de hermanos y hermanas en Cristo se unió en una inspiradora campaña evangelística. Fue una experiencia inolvidable, en la que no solo compartimos la Palabra de Dios, sino que también vivimos la gracia y la alegría de servir a nuestro Dios a través del ministerio de la reconciliación.
Un Logro Inspirador
Hoy, con gratitud en nuestros corazones, compartimos que un total de 235 nuevos creyentes han decidido unirse a la familia de nuestro Dios. Cada uno de estos individuos ha encontrado en Cristo el camino hacia la verdad y la vida. Esto no solo es un motivo de celebración, sino también un testimonio de lo que es posible cuando la comunidad cristiana se une en un propósito común.
A todos los nuevos miembros, les damos la más cálida bienvenida. Estamos emocionados por el viaje que emprenden en su fe y estamos seguros de que nuestro Dios los guiará hacia todo el conocimiento de Él. Sus historias y su fe enriquecen la iglesia de nuestro Señor, y estamos agradecidos por la oportunidad que nos brinda de caminar juntos en esta jornada espiritual.
Este logro no habría sido posible sin la dedicación y el compromiso de todos los que participaron en esta campaña evangelística. Agradecemos sinceramente a cada uno de ustedes por ser testigos del amor y la gracia de nuestro Señor y por llevar Su Palabra al mundo.
Que esta experiencia inspiradora nos motive a seguir sirviendo a Dios y compartiendo Su Palabra con amor y apertura. Sigamos siendo una luz en la vida de aquellos que buscan a Cristo, extendiendo la mano de la gracia y la reconciliación a todos los que lo necesitan.
Estamos emocionados por el futuro y por todas las bendiciones que Dios tiene reservadas para nuestra comunidad. Sigamos siendo un reflejo del amor de Jesucristo en todo lo que hacemos.