Lima, Perú. En una emotiva ceremonia que irradió espiritualidad y alegría, la Iglesia Cristiana Jesucristo es el Camino celebró el día de la graduación de sus queridos hermanos que completaron con éxito los programas de Teología Pastoral (ETE) y el Instituto Bíblico (ICI) el pasado domingo 10 de septiembre. El evento fue un testimonio del compromiso y dedicación de estos graduados para servir a Dios y a su comunidad.
Los hermanos y hermanas del Instituto Bíblico, vestidos con elegantes togas, desfilaron con solemnidad ante la congregación, marcando el comienzo de una jornada memorable. La Iglesia estaba llena de familiares, amigos y miembros de la comunidad, todos ansiosos por felicitar a los graduados por sus logros académicos y espirituales.
Durante la ceremonia, cada uno de los graduados recibió su diploma con gratitud en sus rostros. Los Pastores maestros de la iglesia entregaron personalmente los diplomas a los graduados, resaltando el valor de la educación teológica en la formación de ministros aprobados para la obra de nuestro Señor.
El Pastor Oscar Ugarte, quien presidió la ceremonia, pronunció un inspirador mensaje en el que destacó la importancia de los estudios bíblicos y la dedicación de los graduados para servir a la comunidad. Instó a los nuevos ministros a seguir creciendo en su fe y a llevar la palabra de Dios a cada rincón del mundo, recordándoles que ahora son “ministros aprobados para la gloria de Dios”.
La música y la alabanza inundaron el lugar mientras los asistentes se unieron en cánticos y oraciones de agradecimiento. La atmósfera estaba llena de emoción y alegría, ya que la congregación celebraba no solo los logros académicos de los graduados, sino también su dedicación al servicio de nuestro Señor Jesucristo.
La Iglesia Cristiana Jesucristo es el Camino agradece al Señor por sus nuevos ministros, quienes están dispuestos a seguir sirviendo a Dios y a la comunidad con pasión y compromiso. Esta ceremonia de graduación ha sido un recordatorio de que la fe y la educación teológica pueden unirse para cambiar vidas y propagar el mensaje de amor y esperanza.
La comunidad espera con expectación las futuras contribuciones de estos graduados a la obra de Dios y su continuo crecimiento espiritual en su servicio a la Iglesia y a la sociedad. Glorificado sea siempre nuestro Señor por su respaldo y dirección.