Ayuno Anual iCJC: Reflexiones y Renovación para un nuevo año

El pasado domingo, 27 de noviembre, nuestra iglesia se sumergió en un tiempo sagrado de reflexión y búsqueda divina a través de nuestro ayuno anual. Desde las 11:00 a.m. hasta las 5:00 p.m., nos reunimos con un propósito claro: buscar la dirección de Dios para nuestra amada comunidad.

La jornada fue guiada por cinco pastores, quienes compartieron una meditación profunda que resonó en lo más íntimo de nuestros corazones. Se destacó el llamado divino a una conversión auténtica, un proceso sobrenatural dirigido por Dios mismo. Este proceso nos rescata de las tinieblas y nos introduce a Su luz admirable. La transformación resultante se manifiesta en la presencia permanente del Señor en nuestra iglesia, revelando una relación especial que simboliza el cumplimiento de un nuevo pacto, marcado por el derramamiento de su Espíritu Santo., lo cual nos lleva de la religiosidad a la plenitud en Cristo.

En sus enseñanzas, los pastores resaltaron la importancia de ser bendecidos para poder bendecir a los demás, y recordaron con énfasis la ausencia de condenación para aquellos que están en Cristo Jesús. A través del Espíritu Santo, se subrayó la capacidad de ser testigos de Jesús y la llamada fundamental a la obediencia de la Palabra de Dios.

Finalmente, nos recordaron no descuidar nuestro primer amor en la relación con nuestro Dios. La llama que encendió nuestra fe inicial debe ser alimentada y protegida, para que podamos seguir brillando con la luz del amor divino en este mundo.

La jornada culminó con la celebración de la Santa Cena, un momento de comunión en el que la iglesia participó con alegría y unidad. Nos unimos en gratitud por la obra transformadora de Dios en nuestras vidas y renovamos nuestro compromiso como ministros competentes de un nuevo pacto.

Recordemos que este ayuno no solo fue un evento institucional, sino un proceso continuo de fortalecimiento espiritual en comunión con nuestro Dios y nuestros hermanos. Que las enseñanzas compartidas por nuestros pastores sigan resonando en nuestros corazones y guiando nuestros pasos en los días venideros.

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